Nuestro país debe apostar por la producción de los más finos cafés gourmet procedentes del cultivo orgánico en la selva alta, pues registran los mayores precios en el mercado mundial, ayudan a conservar el medio ambiente al no utilizar agroquímicos, y tienen menor competencia que los cafés masivos.
Miguel Paz López, gerente de la Central de Cooperativas Agrarias Cafetaleras de los Valles de Sandía (CECOVASA), uno de cuyos productores ganó recientemente un premio internacional a la calidad, consideró que debe haber un esfuerzo conjunto a nivel del Estado, así como de los productores y los exportadores, para promover el café orgánico de la más alta calidad para los mercados gourmet internacionales.
El Estado, aportando infraestructura vial, canales de distribución y seguridad para las zonas productoras, los productores capacitándose en mejores técnicas y participando de concursos de calidad, y los exportadores buscando aquellos mercados que ofrezcan las mejores perspectivas comerciales al producto nacional.
El directivo explicó que la producción de café regular en el Perú apenas significa el 4% del volumen mundial, un escenario donde Brasil y Colombia registran los mayores niveles de ventas y ante los cuales la competencia es muy dura.
«Este tipo de café, al ser de menor calidad y tener cultivo extensivo, registra precios mas bajos» precisó.
Alta cotización mundial
Indicó que frente a ellos están los cafés de alta calidad y tipo gourmet, que por sus características especiales se cotizan a precios astronómicos en el mercado mundial.
El directivo afirmó que con un trabajo coordinado, Perú podría crecer en el mercado norteamericano, en Europa, en China y en Japón cubriendo el 30% de la demanda mundial de café gourmet.
«Para saber si tenemos el mejor café del mundo debemos participar en los concursos de calidad. Pero antes debemos prepararnos. Debemos tener catadores entrenados y productores motivados. Deben identificarse los mejores cafés», agregó.
El representante de CECOVASA destacó la calidad del café del Huallaga, especialmente de La Divisoria y de la zona de Naranjillo, así como de Tarapoto, en el Alto Mayo. «Yo podría tomar esos cafés y sería un orgullo, pues forman parte de la mejor oferta del Perú», explicó.


