Más de 30 productores participaron en el «Encuentro de Intercambio de Experiencias en Viviendas Saludables» en el distrito de Yanacancha, Junín, el pasado 10 de julio que contó con la presencia de autoridades locales, así como representantes de la Misión Belén, Universidad Alas Peruanas, Universidad Nacional del Centro del Perú y otras instituciones.
El evento fue realizado en el marco del proyecto «Viviendas saludables con energía solar y eficiencia energética», ejecutado por el Centro Ecuménico de Promoción y Acción Social (Cedepas Centro), que tiene como fin promover el uso de la energía renovable en las comunidades de los distritos de Yanacancha y San José de Quero, a más de 3.800 msnm, a través de un diseño predial que integre termas y paneles solares, cámara caliente y fitotoldos.
Los testimonios que compartieron los productores, socios del proyecto, acerca de los resultados obtenidos son elocuentes. “Antes no tenía luz. Ahora gracias al panel, tengo electrificación en casa, y además cuento con agua caliente y cultivos sin químicos”, señaló Doris Bernardo, productora de San José de Quero y socia del proyecto a INFOREGIÓN.
“Gracias a la cámara caliente podemos almacenar el calor del sol para utilizarlo en las noches, cuando el frío es más intenso”, explica Fermín Inga, de la comunidad de Huayllacancha en Yanacancha.
Como contrapartida del proyecto, los productores son los encargados de realizar la instalación de tecnologías en sus propias viviendas, además fueron capacitados para realizar tareas de mantenimiento.
“Mis hijos se sienten orgullosos de que ellos mismos hayan instalado la cámara, terma y panel. Además, quieren enseñar a otros a que hagan lo mismo en sus casas. Es importante que las autoridades continúen apoyando para que más familias puedan beneficiarse de estas tecnologías”, señala Bernardo.
VIVIENDO ORGÁNICO
Gracias a unas estructuras con cubiertas de plástico estabilizado que almacenan calor interno conocidas como fitotoldos o invernaderos, se han cultivado no solo hortalizas a pequeña escala como lechuga, acelga, pepinillo, rocoto, zapallo, entre otras, sino que también hoy producen algunos frutales que vienen siendo ofrecidos en la feria de los distritos de Yanacancha y San José de Quero.
“En mi fitotoldo, yo misma pongo mis abonos. Ahora tengo uva, granadilla, pepino y hasta fresa libre de químicos”, acota Bernardo.
“Antes teníamos que ir a la ciudad a comprar nuestras frutas y verduras con el riesgo de que esa producción sea contaminada con agroquímicos. Era un gasto en el transporte, además corríamos el riesgo de adquirir productos contaminados”, señala Inga.
El proyecto es apoyado por el programa Alianza en Energía y Ambiente con la Región Andina /AEA) del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), con el aporte financiero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia.
