En medio de un territorio presionado por la minería aurífera ilegal, la Comunidad Nativa San Jacinto, en Madre de Dios, llevó adelante una jornada de reforestación que abarcó dos hectáreas degradadas. La intervención se realizó en alianza con la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD), con el acompañamiento técnico del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), en el marco de la Iniciativa de Conservación Incluyente (ICI).
Las actividades se extendieron desde las primeras horas de la mañana hasta el atardecer y reunieron a comuneros, investigadores, especialistas de FENAMAD y estudiantes del Instituto Superior Tecnológico Jorge Basadre Grohmann. Durante la jornada se sembraron 15 especies propias de la zona, entre ellas tahuarí, shiringa, achiote, huito y shaina, producidas en los viveros del IIAP.
Ciencia aplicada y recuperación del bosque
El trabajo articulado busca restablecer la cobertura forestal y, al mismo tiempo, fortalecer la capacidad comunitaria para proteger su territorio frente a nuevas incursiones de minería informal. Desde el proyecto ICI se promueve que la restauración ecológica se construya junto a los conocimientos locales, la planificación intercultural y el uso de material vegetal adaptado al ecosistema amazónico.
Edwin Becerra Lira, investigador del IIAP, remarcó la importancia del liderazgo indígena en este tipo de acciones. “Para que este tipo de iniciativas funcione, el liderazgo debe partir siempre de la comunidad; así se evita que estas áreas vuelvan a ser intervenidas por la minería informal e ilegal”, afirmó.

Compromiso para evitar nuevas amenazas
Para la comunidad, la reforestación del 14 de noviembre representa mucho más que la recuperación de un espacio dañado. También significa afirmar su autonomía y reforzar el control sobre un territorio históricamente presionado por actividades extractivas ilegales.
La presidenta comunal, Dilma Jipa Vargas, valoró este esfuerzo colectivo y el acompañamiento técnico recibido. “Vivimos rodeados de minería, pero sembrar nuevamente plantas nativas nos da esperanza. Trabajamos con el IIAP porque es uno de nuestros principales aliados que siempre está pendiente de nosotros. Como comunidad, nos comprometemos a cuidar estas plantas para que la minería no vuelva a ingresar”, expresó.
Un modelo de restauración para Madre de Dios
Las acciones ejecutadas demuestran la capacidad organizativa de San Jacinto y el potencial de las alianzas entre comunidades, organizaciones indígenas y entidades científicas. Con el respaldo de ICI, FENAMAD y el IIAP, la comunidad avanza en un proceso que combina recuperación ecológica, defensa territorial y fortalecimiento de la gobernanza local.


