La validación de títulos profesionales o técnicos para la población migrante venezolana podría duplicar sus ingresos. Así lo reveló el reciente Estudio de Integración de Migrantes y Refugiados Venezolanos participantes del proyecto de Inclusión Económica en Quito y Guayaquil (Ecuador) y Lima/Callao (Perú). El informe fue elaborado por el proyecto Inclusión Económica de Usaid y el Consejo Mundial de Cooperativas de Crédito (WOCCU). Analiza las barreras y avances en la integración socioeconómica de esta población, destacando logros significativos en reconocimiento de títulos, formalización y generación de ingresos.
Óscar Guzmán, director del proyecto, explicó los impactos del proyecto durante el taller ‘Comunicación y migración’. El taller se realizó en el marco del proyecto ‘Asistencia Técnica para mitigar la xenofobia, discriminación y violencia contra los migrantes’. Guzmán reveló que 4138 títulos han sido habilitados en Perú gracias a procesos de apoyo y acompañamiento. Asimismo, explicó que el reconocimiento de títulos tiene un impacto directo en los ingresos:
“La evidencia nos dice que una persona que pasó por nuestro proyecto y que además habilitó su título profesional hoy tiene un promedio de ingresos de 456 dólares al mes, versus una persona que no habilitó su título y que tampoco ha pasado por un proyecto como el nuestro, está sobre los 228 dólares. ¿Qué significa? Que una persona que participa en un proyecto, que es acompañada y que además logra habilitar su título profesional, tiene un ingreso del doble de aquel que no logró hacerlo.”

El proyecto apoya la inclusión financiera de la población migrante. Foto: USaid/WOCCU
Empleo
En el grupo de control (migrantes venezolanos no participantes del proyecto), se encontró que 46.2% de los encuestados no cuenta con empleo. Además, 9.6% desempeña trabajos formales como profesionales o técnicos y 2.7% de trabaja de manera independiente en su profesión. Por otro lado, 20.8% tiene un negocio o emprendimiento propio. En contraste, en el grupo beneficiario del proyecto el porcentaje de personas sin empleo se redujo al 17.5%. Adicionalmente, el 29% desempeña empleos formales como profesionales o técnicos. Finalmente, 7.6% trabaja de manera independiente en su profesión, y el 30.8% ha logrado desarrollar su propio negocio o emprendimiento.
Guzmán resaltó el impacto positivo que ha tenido el proyecto en este sector de la población:
“De los profesionales que nosotros hemos apoyado, que han estado en algún proceso de intervención del proyecto, hemos podido validar que uno de cada dos tiene un nuevo o mejor empleo, lo cual significa que el 50% de los profesionales o técnicos que pasan por nuestras rutas consiguen un nuevo y mejor empleo.”
Servicios financieros para migrantes
El estudio destaca el impacto positivo del acceso a servicios financieros en el proceso de integración económica. Hasta la fecha, 181 000 personas han sido incluidas financieramente en Perú y Ecuador gracias al proyecto, con más del 60% de los beneficiarios en territorio peruano. Guzmán resaltó la importancia de este avance: “Están cerca de llegar a los 20 millones de dólares ya colocados para población migrante, asumiendo el riesgo y entendiendo que esta población es potencial y capaz de pagar una obligación financiera”. La inclusión financiera no solo abarca créditos, sino también cuentas de ahorro, seguros y billeteras digitales.
El estudio concluye que los migrantes venezolanos tienen un impacto positivo en la economía local. Esto se da tanto a través del empleo formal como del emprendimiento. La combinación de regularización migratoria, inclusión financiera y reconocimiento profesional demuestra ser clave para potenciar sus habilidades y contribuir al crecimiento económico del país.
Sobre el proyecto Inclusión Económica
El proyecto implementado por USAID y WOCCU desde 2020, tiene como objetivo generar oportunidades económicas para la población migrante venezolana y las comunidades vulnerables locales en Perú y Ecuador. En Perú, las intervenciones se desarrollan en Lima, Arequipa, Trujillo, Piura e Ica, mientras que en Ecuador se centran en Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta e Ibarra.

Además de apoyar la homologación de títulos, el proyecto brinda capacitaciones e impulsa emprendimientos. Foto: USaid/WOCCU


